En España, existen diferentes tipos de climas y de suelos (calizos, silíceos, yesosos…) sobre los que se establecen distintos tipos de vegetaciones. Que suelen conocerse por el nombre de la planta dominante: brezales, cantuesales, encinares, espliegales, jarales, robledales, romerales, tomillares… Algunos cultivos tienen floraciones que también son aprovechadas por las abejas: almendro, azahar, girasol…
Dependiendo de sobre qué vegetación trabajen las abejas podemos cosechar diferentes tipos de miel. Los diferentes néctares tienen diferentes colores, según las sales minerales que recojan las plantas del suelo; diferentes aromas, según los compuestos orgánicos que “fabriquen” las plantas; y diferentes sabores, según los azúcares, ácidos orgánicos y otros componentes que formen parte del metabolismo de las plantas. Otro elemento de diferenciación es el polen de las plantas que visitó la abeja, que tiene diferente forma, tamaño, y estructura, según de la planta que lo produjo. La identificación al microscopio de los pólenes presentes en una miel permite averiguar qué plantas visitaron las abejas para producirla. |
Una característica de las mieles es que, como otros alimentos “vivos”, evolucionan. Cuando llega el tiempo frío sus azúcares naturales pierden solubilidad, y tienen tendencia a cristalizar, haciéndolas más espesas, opacas y más claras. Esta tendencia natural no es igual para todas las mieles, algunas, las más ricas en fructosa, como las de encina, la tienen muy disminuida y pueden llegar a permanecer líquidas siempre.En la UE se han descrito 130 tipos de mieles diferentes, según la dominancia de una u otra vegetación.
En España llevamos descritas 40. Les presentamos las características de las más frecuentes que podemos encontrar en nuestros mercados. |
Monoflorales de la Península IbéricaFichas monográficas de las principales mieles monoflorales que se pueden obtener en la Península. En cada ficha de miel se plasma, de forma sencilla y gráfica, los siguientes datos comerciales: • El porcentaje mínimo de polen de la planta dominante, que sirve para definirlas; este porcentaje es el comercialmente admitido en años de meteorología normal, y es el mínimo que garantiza el mantenimiento de las características sensoriales y los parámetros de composición. • Las principales características sensoriales, que permiten diferenciarlas mediante el uso de los sentidos. • Los principales parámetros físico-químicos de composición y sus límites aceptables en años de meteorología normal; algunos de estos parámetros son los de la Norma de Calidad de la Miel, RD 1049/2003 con límites especiales, otros son parámetros no contemplados en esta Norma pero que tienen validez comercial. • El espectro polínico de plantas acompañantes más frecuentes en años de meteorología normal. • La zona de producción habitual. • La época de obtención habitual. |